El noviembre pasado me solicitaron hacer una presentación acerca de la relación entre en Día de Muertos y la animación. Durante la investigación encontré (y luego, leyendo Hamlet lo confirmaría) que la imagen popular del fantasma como una entidad que viste una sábana blanca provenía de la creencia de que los cadáveres se levantaban de sus tumbas vistiendo la mortaja (la tela que solía envolver los cuerpos) con la que habían sido enterrados. Esto me llevó a pensar en los distintos tipos de mortajas que existían alrededor del mundo y finalmente llegué a esta imagen (la primera de muchas) de un niño, en algún futuro, pidiendo calaverita disfrazado de los fantasmas que se generan en el México de estos años. Los fantasmas de aquellos cuyas mortajas son bolsas de plástico negro, cinta y a veces algún cartel con el mensaje en turno.